Su forma poliédrica optimiza la capacidad de reflexión y concentración de rayos solares que le permiten alcanzar temperaturas mayores de 115ºC / 230°F .
Utiliza dos principios de funcionamiento: la concentración de rayos por reflexión direccionada a un área, y la conservación de energía calórica por efecto invernadero gracias a su material aislante.
Los materiales de la cocina solar son de baja conducción de calor, reduciendo el riesgo de quemaduras a los usuarios y evitando la posibilidad de incendio tanto de la cocina como en el lugar que se utiliza. |